006 – Anécdota: Fiesta en la playa

¡Hola! Esta semana te voy a contar una anécdota muy graciosa que me pasó con unxs amigxs, cuando estábamos en un viaje. Todo comenzó cuando nos invitan a una fiesta con tema “Fiesta en la Playa”, entonces Óscar se vistió con shorts, sandalias y camisa.

Para esto, yo me había puesto un vestidito de verano, mis sandalias (no soy de tacones si vamos a caminar mucho, ji ji ji), me peiné, me maquillé, yo en #prettygirl. En cuanto lo veo, le digo, “No vas a ir vestido así, ¿verdad? Ponte un pantalón porque vamos a una fiesta”. Su respuesta fue, “A ver Betti, tú no sabes cómo son las fiestas aquí. Si dice que es playa, te tienes que ir vestido para la playa”.

No me hizo caso y por dentro me quedé “Okey… Ahí te quiero ver, papito…”.

Tomamos un camión y nos encontramos con Gabriel y Melissa, mi linda Meli también le dijo “Óscar, ¿por qué vienes vestido así?” y yo de “Ojalá a ti te escuche”. Pues no, le valió y así tomamos el otro camión que necesitábamos para llegar a la fiesta.

Cuando llegamos y queremos entrar, el cadenero no nos dejó entrar porque mi querido Óscar no cumplía con el código de vestimenta. Tengo que admitir que me carcajeé y le dije “¿No que ibas a la playa?”.

Empezamos a ver nuestras opciones: regresar a la casa donde se podía cambiar Óscar, teníamos que agarrar los dos camiones de ida y de regreso… Si sólo íbamos a donde vivía Gabriel, pues sólo era un camión de ida y de regreso, pero ¿le iba a quedar su ropa?… Irnos y buscar otro plan para esa noche…

En eso, aparece Francisco, un amigo de Óscar, y cuando lo saluda le pregunta por qué no estamos adentro. Pues Óscar tuvo que decirle la verdad. Este buen chico Francisco le dice “No te preocupes, Luis apenas viene, va saliendo de su casa, le digo que te traiga ropa… ¿qué necesitas?”, pues Óscar le pide unos pantalones y unos tenis.

Esperamos un rato y en eso llega Luis, le entrega la ropa a Óscar, obviamente todos nos estábamos riendo, y Óscar se cambia atrás de unos arbustos. Para esto, tu tía Betti siempre lleva una bolsa de mano grande, pues ¿quién crees que guardó los shorts y las sandalias? Exacto, tu tía Betti.

Por fin entramos a la fiesta, todo muy cool, todo muy ji ji ji ja ja ja, baile aquí, baile allá.

Al día siguiente, le digo a Óscar que entreguemos a Luis lo que le prestó. Pero él me dice que no me preocupe, que luego lo soluciona. Más tarde, salimos los dos a dar una vuelta por la ciudad y veo que trae los tenis que le prestó Luis, y le digo “No manches, Óscar, traes los tenis de Luis, ¿y si nos lo topamos?”.

Su respuesta fue épica y sigue siendo motivo para reírme de él, “No seas simple, en esta ciudad hay como 10 millones de habitantes, nadie se encuentra a nadie”, no termina de decir la frase cuando vemos a una muchacha como a 5 metros de nosotros y le grita “¡Óscar! Qué bueno verte”.

Después que la chica se despide y se va, le digo “Perdón, ¿qué me decías? ¿Qué nadie se encuentra con nadie?”.

Hasta el momento desconozco si Óscar regresó los pantalones y los tenis… oopsi.

Amigx míx, aprende del error de Óscar: SAL BIEN VESTIDO Y REGRESA LO QUE TE PRESTEN.

Si tienes una historia parecida, ¡cuéntamela porfa!

¡Bonito día y nos vemos la próxima semana!

PD: Te recomiendo la rola “Good time” de Owl City y Carly Rae Jepsen.

PD2: Cambié los nombres por obvias razones.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar